Las personas que conviven en nuestra residencia tienen unas condiciones de salud similares, por lo que, tanto ellos como los familiares, pueden sentirse acompañados y comprendidos. Eso a su vez crea un vínculo especial que hace de RESIDENCIA VIRGEN DE BELÉN un verdadero hogar.
Un hogar donde cuidamos sus dolencias y atendemos sus necesidades físicas y psicológicas. Un hogar donde se establecen lazos y relaciones afectivas que hacen que nuestra familia crezca cada día.
En nuestra residencia, disponemos de diferentes opciones de alojamiento, pudiendo elegir entre habitación individual o compartida. En este último caso, realizamos un estudio pormenorizado de la afinidad de las personas que van a compartir habitación para que la convivencia sea lo más saludable posible.
Habitaciones individuales o dobles. Con estudio de afinidad de convivencia entre residentes.
Dietas variadas para una vida saludable. Elaboración de menús de temporada.
Atendemos sus necesidades físicas y psicológicas. Fomentamos lazos para que se encuentren como en casa.
Nuestra misión y objetivo principal, es mantener y mejorar la calidad de vida de nuestros residentes.
No sólo son importantes los conocimientos de nuestro personal, prestamos especial atención también en la dedicación y la calidad humana de cada uno de ellos. Los profesionales que nos dedicamos al cuidado de otras personas, somos conocedores de la importancia de la confianza que depositan los familiares en nosotros al dejar en nuestra casa a sus mayores y/o familiares dependientes. Para nosotros es todo un honor y entendemos que debe ser correspondido en esa medida.
Cada uno de ellos es único/a y como tal se los trata. Su bienestar físico y mental es nuestra recompensa.
Un entorno que mantiene el encanto de lo que fue con los servicios que nos ofrece el ahora. Nuestra residencia la componen unas villas acondicionadas conservando la esencia de la zona, lo que nos hace sentir integrados, formando parte de un todo que siempre ha estado ahí.
Pedregalejo es un antiguo barrio de pescadores convirtiéndose, sin lugar a dudas, en uno de los barrios con más solera y encanto de la capital malagueña. Aunque históricamente esta zona es la suma de dos barrios, Pedregalejo y el Valle de los Galanes, desde los años 1990 del siglo pasado se conoce con el nombre de Pedregalejo a toda el área de Málaga situada entre los Baños del Carmen y el Arroyo Jaboneros, incluyendo las playas de Pedregalejo y las Acacias.